Entrevista a Edna Iturralde: Historias como puentes entre culturas

Created November 18, 2024 by Cristina Freeman

Spain

Con 70 obras publicadas, Edna Iturralde, ganadora del Premio Iberoamericano Cervantes Chico de 2020, es conocida como pionera de un género en la escritura infantil y juvenil: la etnohistoria narrativa. Sus historias abarcan temas desde la magia hasta la ecología y multiculturalidad. Con la misión de crear historias como puentes para acercar culturas, Edna ha dado visibilidad a temas sociales como los más de un millón de “niños de la calle” en Latinoamérica con Lágrimas de ángeles, o a la ancestral sabiduría de los pueblos que habitan la Amazonia en Verde fue mi selva.

Estamos encantados de hablar con ella desde La Cometa sobre su trayectoria y aportaciones a LIJ.

1.  ¿Cómo consigues escribir literatura infantil y juvenil con un nivel estético y literario tan alto?

Creo que la base estética de mi literatura es una apreciación emocional de la belleza y de la esperanza, aún en situaciones difíciles. Escribir siempre ha sido mi pasión y pienso que mi amor por la escritura es lo que hace que los mensajes y temas en mis libros lleguen a mis lectores.    

Considero que mi estilo es poético, que construyo imágenes a partir de mis palabras y las combino de manera que mis lectores puedan sentirse dentro de un escenario o en el corazón de un personaje. Incluyo un lenguaje coloquial, guiños de humor, y chispas de romance que hacen que mi obra se sienta auténtica, fiel a las voces de los niños, verdadera y por ende, de alta calidad literaria y estética. 

2.   En una época en la que a los niños les cuesta despegarse de la pantalla del ordenador, ¿cómo consigues atraerlos y estimular su curiosidad e imaginación?  

No sé hasta qué punto mis lectores se despeguen de las pantallas para leer mis libros, pero me he dado cuenta de que lo que escribo les ofrece a los niños y a los jóvenes historias que no encuentran en ninguna plataforma ni en redes. Mis libros acercan a los lectores a la magia, a la fantasía que abordo desde una mirada muy latinoamericana.

También creo que me acerco mucho a ellos y los temas que les despiertan curiosidad. Siempre empiezo imaginando un personaje, o varios, en una situación. Ese interés crea en mí una gran empatía por mis protagonistas. Luego, siento que esa empatía me produce las palabras más adecuadas para narrar la historia a medida que sus acontecimientos se desarrollan en acciones, aventuras, diálogos y descripciones.

3.   Escribes para distintos grupos de edad y sobre temas diversos. ¿Tú expresión estética es igualmente diversa?

Yo escribo para niños que tienen cinco años hasta jóvenes de diecisiete. A veces he escrito los mismos temas, pero tratados de diferente manera. No abuso de las metáforas, las uso adecuadamente, entendiendo que no son tan fáciles de manejar para los niños más pequeños. Por ejemplo, algunos de mis libros para los lectores de edades menores tienen capítulos cortos y personajes que atraen a los lectores a los que van dirigidos los textos.  En estos libros se encuentran también diálogos y, aunque hay descripciones de lugares o personajes, no me detengo tanto en ellas. Escribo con igual deseo de mantener la estética en mi literatura, con el mismo cuidado y amor para todas las edades.

4.  Tienes una trayectoria literarias de cuatro décadas. ¿Cómo has conseguido mantener tu literatura fresca e innovadora para tantas generaciones?

Me encanta saber que mis libros siguen gustando a los jóvenes lectores. Llevo cuarenta y cinco años dedicada a la literatura infantil y juvenil y he publicado 70 libros. Creo que la razón de la frescura de mi literatura es porque manejo el ritmo de mis historias de forma que mi narración es dinámica, los lectores no se aburren, se emocionan y eso es lo que encuentran en mis libros. Procuro escuchar mucho a los niños cuando tengo la oportunidad de visitar escuelas. Y esto, al momento de escribir, me ayuda a comunicarme con ellos de una manera sencilla y clara, utilizando un lenguaje poético, que evoque atmósferas y emociones, y que a la vez invite a mis lectores a seguir leyendo.

5.  ¿Qué importancia crees que tiene la empatía a la hora de escribir para niños y jóvenes?  

Me considero un puente de empatía por donde las diferentes culturas y etnias, problemas sociales y ecológicos, fluyen y pueden encontrarse, darse la mano, conocerse, y compartir, con la imaginación y el corazón. Lo más importante es que me pongo en su lugar—mi “niña interior” se pone en ese lugar—y desde allí se proyecta mi escritura.   

6.  ¿Cómo crees que influye la diversidad de tu expresión estética en la experiencia cultural de tus lectores al leer tu literatura?   

Pienso que es necesario que las personas conozcamos distintas realidades; lo que no se conoce no se aprecia y no se respeta. Eso hago a través de mi literatura y lo hago con profundo respeto. Esa es la razón de que algunos de mis libros traten sobre temas difíciles como los niños de la calle o las migraciones por rutas peligrosas; pero verán también temas históricos, fantásticos y narraciones sobre los pueblos originarios; la etnohistoria narrativa de la cual soy pionera en Ecuador. 

Doy mucha importancia a la belleza de la escritura, creo que esta belleza tiene que ir de la mano del conocimiento de la cultura sobre la que escribo en mis libros multiculturales y étnicos. También viajo a distintos territorios para recibir de primera mano la información y con ésta me permito crear, dándome algunas licencias literarias. Yo digo que, “escucho con el corazón” y mis lectores sienten mi mensaje.

7.  ¿Cómo resumirías lo que has conseguido hasta ahora en tu carrera de escritora y cómo sigues consiguiendo nuevos logros?

Considero mis 70 libros como “hijos” pero de papel. Pero el mejor logro no son los libros mismos, sino lo que han inspirado en otros. Muchas veces escucho en los encuentros con mis lectores que me dicen que antes de leer mis libros no les gustaba leer. Cuando escucho esto, es el mejor premio que puedo recibir.  

Me parece que mi largo recorrido, buscando nuevos logros, se debe a mi manera de escribir. Si tengo que hacer una investigación, la hago, pero luego mi estilo fluye casi inconscientemente en cada uno de mis libros. He llegado a eso. No es algo que me proponga como tal, simplemente aparece allí de acuerdo con las pautas que se van dibujando en cada obra a medida que la escribo. Mis lectores lo aprecian y sienten que mi literatura es entretenida, de tal forma que la lectura se vuelve para ellos una aventura. Mi slogan es: “Ven a la aventura de leer”.